Literatura que se propaga
Contratapa:
El veneno es un libro potente y descarnado. Las palabras mixturan con maestría el pasado de la especie, el del cuerpo social, el personal. La recreación de la infancia, esa tierra fértil cercada con alambres de púas, ese campo de adaptación forzada, es aquí la condición de una liberación posible. Un punto de ruptura que permita recapitular tanta normalidad aprendida, escribe Zulma Ducca con la premura de la sobreviviente y la sabiduría de la chamana.
Para sanarse y sanarnos escribe, con palabras incendiarias y bellas, porque la rabia y la belleza —juntas— restituyen la dignidad arrebatada a todo ser sintiente mientras el neofascismo avanza y con él la peste y la enfermedad se expanden. Y tan atronador es el ruido de la crueldad desatada que hay que levantar la voz para que no sea apenas un eco, un resabio del espanto, la rapiña y la matanza. Escribo para que el agua envenenada pueda beberse, dijo Chantal Maillard. Zulma Ducca nos ofrece en su poesía una mano que sostiene un cuenco: adentro, el agua antes contaminada ahora resplandece, la bebemos, nos limpia el cuerpo.
Leer un libro así de desgarrador y hermoso nos transforma la vida, como solo puede hacerlo aquello que fue una vez herida abierta y ahora es cicatriz, marca que señala dónde fuimos lastimados, dónde empezó en nosotros la tarea —interminable— de sanar.
Claudia Masin
_______________________________________
El veneno
Autora: Zulma Ducca
Ilustraciones: María Laura Boscariol
Poesía Argentina
ISBN: 978-631-00-8962-1
Pág: 78
Formato: 20,5 x 13 cm
Contratapa:
El veneno es un libro potente y descarnado. Las palabras mixturan con maestría el pasado de la especie, el del cuerpo social, el personal. La recreación de la infancia, esa tierra fértil cercada con alambres de púas, ese campo de adaptación forzada, es aquí la condición de una liberación posible. Un punto de ruptura que permita recapitular tanta normalidad aprendida, escribe Zulma Ducca con la premura de la sobreviviente y la sabiduría de la chamana.
Para sanarse y sanarnos escribe, con palabras incendiarias y bellas, porque la rabia y la belleza —juntas— restituyen la dignidad arrebatada a todo ser sintiente mientras el neofascismo avanza y con él la peste y la enfermedad se expanden. Y tan atronador es el ruido de la crueldad desatada que hay que levantar la voz para que no sea apenas un eco, un resabio del espanto, la rapiña y la matanza. Escribo para que el agua envenenada pueda beberse, dijo Chantal Maillard. Zulma Ducca nos ofrece en su poesía una mano que sostiene un cuenco: adentro, el agua antes contaminada ahora resplandece, la bebemos, nos limpia el cuerpo.
Leer un libro así de desgarrador y hermoso nos transforma la vida, como solo puede hacerlo aquello que fue una vez herida abierta y ahora es cicatriz, marca que señala dónde fuimos lastimados, dónde empezó en nosotros la tarea —interminable— de sanar.
Claudia Masin
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El veneno
Autora: Zulma Ducca
Ilustraciones: María Laura Boscariol
Poesía Argentina
ISBN: 978-631-00-8962-1
Pág: 78
Formato: 20,5 x 13 cm